viernes, 19 de marzo de 2010

SAN JOSÉ

Mi padre se llama Pepe, hoy es su santo y después del trabajo he ido a darle un beso. Va a cumplir 81 años a finales de este mes y vive solo desde que murió mi madre, hace 9 años. Mi padre es un ejemplo de la fortaleza que tenemos las personas, de nuestra capacidad de crecer y avanzar hasta el final.

Desde que se quedó viudo ha aprendido a cocinar. Antes no había hecho ni un huevo frito y ahora prepara incluso lentejas, cremas de calabacín y puerros, verduras al vapor… Come sano y va cada día al gimnasio. Nada una hora de corrido, sin descansos, y luego hace yoga o tai-chi y un poco de máquinas. Cuando le llamo por las noches y le pregunto si ha pasado un buen día, casi siempre me dice: “he pasado un día muy bonito, cariño”. A todos los días le encuentra alguna gracia. Yo sé que tiene sus momentos, sus preocupaciones, pero su espíritu de superación es fuerte. Ha pasado de ser un hombre poco hablador, de los que van de casa al trabajo y para de contar, a ser cada vez más sociable, a interesarse por la gente de su edad y hacer amigos.

No ha tenido una vida fácil (¿quién la tiene?). Fue un niño durante la guerra, sus padres estaban separados, cuando casi nadie lo estaba (su padre se fue a Norteamérica y nunca más ha sabido nada de él), ha trabajado duro, se le ha muerto un nieto, al que estuvo acompañando en la UCI, se ha quedado viudo y, sin embargo, casi todos los días le parecen bonitos.

5 comentarios:

  1. Ayer también fue el Santo de mi hijo Pepe. Hemos ido al cementerio a depositarle flores.Su nombre ya reza en la blanca lápida de mármol:"PEPE MORALES ROMERO 1993-2008".Me ha vuelto la angustia y, con ella,la maldita y absurda pregunta de por qué a mí, por qué a él...la respuesta no puede ser otra: Y por qué no...???. Fuerzas, pido fuerzas,para,como tu padre, encontrar en cada día,a pesar de los pesares, algo mágico que me conecte a la vida...

    Un abrazo fuerte,

    Mª José Romero Asprón

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  2. Buenos días, preciosa,
    A la vida nos conecta el amor.
    Cierro los ojos y me traslado a los dos años de la muerte de Ignasi y me conecto al profundo dolor que sentiste ayer en el cementerio junto a la lápida de Pepe. El sentimiento es desgarrador, lo sé.
    El "¿por qué a mi, por qué a él?",nos conducen a un callejón sin salida, en el que predomina el sufrimiento. En cambio, el ¿qué puedo hacer con todo eso?,¿qué puedo aprender?, ¿qué sentido le doy ahora a mi vida? Nos conduce a un lugar con más luz, con menos vacío. Lo qué ha pasado, ha pasado y no podemos modificarlo, pero sí podemos decidir cómo queremos vivir a partir de ahora, qué queremos transmitir a nuestros hijos.
    Cierra tú los ojos Querida María José y vete al final de tus días. Cuando estés allí, mira hacia trás: ¿Qué te gustaría ver, que te gustaría sentir? ¿Qué no repetirías, que trabajarías más, qué te daría paz? Abre los ojos y después de llorar todo lo que tengas que llorar, ponte manos a la obra. No pierdas un minuto, no sabemos nunca cuando va a ser el final. Nosotras lo sabemos bien. Empieza por abrazar a tu marido y a tu hija, abrázate a ti y luego a la vida y agárrate a la esperanza, no te sueltes de su mano nunca. Confía, confía, confía. Desde el otro lado, nuestros hijos nos mandan luz, no estamos solas, ni en la oscuridad más oscura. Déjate abrazar por el amor, María José, ríndete, acepta la vida al completo, con sus penas y sus alegrías. Tú ya sabes que el dolor pasa, qué hay altibajos... ahora concéntrate en sentir la alegría. La alegría de haber tenido a Pepe aquí, de sentier el inmenso amor que te tiene y le tienes. Ese amor es tu fuerza, ese amor nada ni nadie, ni la muerte, nos lo puede quitar.

    Siente mi abrazo y el de todas las madres que aman la vida a pesar de que sus hijos esté muertos.

    Mercè

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  3. tu escritura es muy buena para una madre que a perdido a su hija de 23 anos y que le quedo una nieta de 2 anitos que no sabe que hecer con este dolor y esta responsabilidad de criar a su nieta

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  4. Buenos días:soy Lourdes, te he escrito otras veces,me ha llegado al alma la fuerza de tu padre,me he quedado perpleja al leerlo, qué hombre! tienes mucha suerte de tenerle y por otra parte se nota que es tu padre porque tu te pareces a el, eres fuerte y muy evolucionada. Mucho animo, enhorabuena! espero conocerte algún día. Un abrazo.

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  5. Gracias, Lourdes,

    Mi padre es un regalo, sí, como lo sois todas las personas que escribiis en el blog. Me siento afortunada de contar con vosotras, de poder compartir emociones y sentimientos.

    Un abrazo grande,

    Mercè

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