sábado, 31 de diciembre de 2011

jueves, 29 de diciembre de 2011

miércoles, 28 de diciembre de 2011

jueves, 15 de diciembre de 2011

NUEVA DIRECCIÓN PARA LOS LECTORES

¡NOS MUDAMOS A UNA CASA MÁS GRANDE!

Gracias a la habilidad y el cariño de una buena amiga, Conxita Parra, este blog, al que adoro, se hace grande y pasa a ser prácticamente una web. Me hace mucha ilusión la renovación porque el nuevo formato es más fácil de manejar y permite que nos relacionemos de una manera más cómoda y fluida. De momento, como ocurre a menudo cuando se estrena casa, no todo está en su sitio. Quería ponerlo en marcha este mes, antes de Navidad, y no me ha dado tiempo de dejarlo tan ordenado y bonito como yo quería, pero seguro que os va a gustar y confío en que poco a poco todo irá encontrando su lugar. Durante un tiempo mantendré abiertas las dos casas, pero espero que no tardéis en venir a visitarme a la nueva.

Pues nada, a partir de ahora y con el mismo cariño que compartimos desde hace años quedamos en:

comoafrontarlamuertedeunhijo.com

Besos a todos,

Mercè

jueves, 8 de diciembre de 2011

NAVIDAD

Está a la vuelta de la esquina y este año quiero vivirla con amor. Por mí, por mis hijos, por todas las personas que están aquí y en el otro lado que me quieren.

Voy a intentar ser auténtica con el sentimiento de cariño que quiero que impregne mi vida desde ahora y para siempre.

En mi hogar no habrá sillas vacías; si la energía no se crea ni se destruye, el amor tampoco. Eso lo sabemos los que queremos con locura a los que se han ido. Por eso Ignasi, mi madre, mis suegros, mis abuelos, mis tíos, todos mis muertos, van a tener el lugar que les corresponde en la mesa familiar esta Navidad. Porque el amor es eterno y seguimos compartiéndolo. Cada una de las personas de mi vida que he amado las sigo queriendo, nadie puede quitarme el amor que siento por ellas, forma parte de mí, está en mi ADN. No sería la que soy sin ellas.

Ya sé que la nostalgia y el dolor pueden aparecer en cualquier momento. Lo sé, pero no por eso quiero dejar de lado el cariño.

Propongo que todos, como una sola alma, nos sigamos cogiendo de la mano para darnos fuerza. Yo me voy a imaginar que cada uno de los abrazos que dé estos días lo recibirá también mi hijo. A él, que se fue a los 15 años, le encantaba la Navidad y yo quiero que estas, de tan amorosas, le reconforten. La muerte como final para mi no existe. El cuerpo muere, sí, pero el alma, la energía, la chispita de amor puro que todos llevamos dentro es eterna.